¿Sabías que al NO realizar un mantenimiento preventivo a tus activos reduces un 50% su eficiencia?
Para garantizar el correcto funcionamiento de estos equipos, los fabricantes recomiendan ejecutar un plan de mantenimiento preventivo.
La frecuencia de este mantenimiento dependerá del tipo de aplicación y las veces de uso del equipo, y deberá llevarse a cabo según las especificaciones del fabricante para que sea válida la garantía postventa. Sin embargo, hay ocasiones en las que uno evita realizar esta actividad para reducir sus gastos, omitiendo los inconvenientes que pueden suceder al no realizarlo en las flechas indicadas.
Mayor Riesgo de Averías
Saltarse un mantenimiento preventivo implica que los riesgos de avería se multipliquen, ya sea desde el desgaste de una pieza hasta la suciedad de los circuitos. Estas fallas pueden provocar una parada completa del equipo, lo que a su vez podría afectar la productividad de la empresa. Además, una falla inesperada también podría provocar daños en otros componentes del sistema, aumentando los costos de reparación.
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Reducción de la vida útil
La falta de mantenimiento preventivo también puede reducir significativamente la vida útil del equipo. Al no hacer el mantenimiento cuando lo planificado, se expone el equipo a fallas recurrentes y mantenimientos correctivos. La vida útil del equipo se reduce y la organización realiza gastos no contemplados en la adquisición de otros equipos y su instalación.
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Encarecimiento de las reparaciones
Las reparaciones suelen ser más caras que el mantenimiento preventivo y, en algunos casos, podrían incluso ser más caras que la compra de una máquina nueva. Además, la reparación podría llevar más tiempo del previsto, lo que afectaría aún más la productividad de la empresa.
Además de estos riesgos, la falta de mantenimiento preventivo también puede provocar una mayor ineficiencia energética, aumentando los costos de energía y provocando una huella de carbono más grande para la empresa.
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Conclusiones
Realizar un mantenimiento rutinario a tus equipos es una inversión importante para tu empresa. No solo prolongará la vida útil de tus equipos y reducirá el riesgo de fallas, sino que también te ahorrará dinero a largo plazo. Asegúrate de seguir las recomendaciones del fabricante y programar el mantenimiento de tus equipos con regularidad. De esta manera, podrás asegurarte de que tus equipos estén en óptimas condiciones y funcionando al máximo de su capacidad.
Además, no olvides que el mantenimiento preventivo no solo es una forma de ahorrar dinero y productividad, sino que también es una forma de reducir la huella de carbono de tu empresa. Al garantizar que tus equipos funcionen de manera eficiente, podrás reducir el consumo de energía y minimizar el impacto ambiental de tu empresa.
Cinthia Vega
MWF Solutions
